Los abusos sexuales a menores están
protagonizados muchas veces por personas del entorno inmediato de los y las
menores, familiares o personas cercanas a la familia. Suele empezar cuando los
niños tienen una edad media de 11 años y los tienen amenazados y engatusados
con regalos. Por estos motivos las víctimas tardan mucho en denunciarlos.
Todos los delincuentes sexuales recurren
a las mismas amenazas siempre, logrando su objetivo; “si lo cuentas no te van a creer” o “si lo cuentas me iré de casa y la familia sufrirá por tu culpa”>.
Los pederastas habitualmente son
hombres que están en paro y comenten el abuso cuando su pareja, la madre de la
víctima, está trabajando. Las víctimas que sufren este tipo de delitos sufren
un tormento que se manifiesta en episodios de depresión, ansiedad, un bajo
rendimiento escolar, pérdida de autoestima, incapacidad para olvidar lo vivido
y miedo a la figura masculina.
En la pederastia se puede
identificar como actores a los hombres que abusan (sexualmente) de las víctimas
que son menores.
Los conflictos que hay en esta
sociedad no son sólo las guerras, sino que se presentan en la vida cotidiana y estos
deberían ser atendidos con un interés de la misma magnitud que los conflictos
bélicos. Las causas que provocan estos hechos serían la poca intervención del
Estado para castigar a los culpables. Estos casos deberían ser investigados
profundamente y llevados a la justicia. La ley tendría que condenar a un
pederasta igual que a un criminal.
Nikol
Pita
4t
E ESO
Enlace: El Periódico